El próximo puente de El Pilar el pueblo malagueño de El Burgo, enclavado en la Sierra de las Nieves, volverá a trasladarse a 1840 gracias a la recreación histórica ‘Pasión Bandolera’, un evento promovido por el Ayuntamiento y la asociación ‘Agustina Bandolera’, y declarado de Interés Turístico, que se desarrollará durante los días 11, 12 y 13 de octubre.
El evento ha sido presentado hoy por la delegada territorial de Turismo, Nuria Rodríguez, y el alcalde de El Burgo, José Joaquín García, quienes han destacado que la recreación consiste en una cuidada y fidedigna representación que contará con la teatralización de múltiples escenas de las andanzas bandoleras, interpretaciones musicales, bailes, numerosas actividades y talleres y una amplia muestra de la gastronomía típica de la época y la zona.
La delegada territorial ha destacado que ´Pasión bandolera´ es una iniciativa que “contribuye a afianzar el destino de la provincia de Málaga como un referente para el mercado turístico también en otoño, una época en donde también somos un destino de primer nivel”.
“La colaboración que la Junta de Andalucía y los ayuntamientos estamos manteniendo es una de las claves del éxito para el refuerzo de nuestra provincia como destino turístico”, según la delegada, quien ha destacado “los excelentes resultados obtenidos este verano, que avalan la extraordinaria fortaleza del sector y que nos hablan de que Málaga ha tenido el mejor verano turístico de su historia. Igualmente, las previsiones hasta final de año nos dicen que podemos estar hablando de un año histórico para el turismo de Málaga”.
‘Pasión Bandolera’ es un hito turístico en El Burgo que logra congregar durante los tres días del evento a más de 3.500 personas, que acuden motivadas por el enclave del municipio en un paraje natural privilegiado de la Sierra de las Nieves y por la singularidad de la actividad, que refleja como ninguna otra recreación con suma fidelidad el entorno y las escenas de la época bandolera, según ha detallado el alcalde del municipio.
La mayor parte de la acción transcurre en un poblado cuidadosamente ambientado para la ocasión, con un cortijo, el pozo, el pilón, la fragua, el Ayuntamiento, el cuartelillo y el arresto, las chozas de caña de los bandoleros o el cortijo derruido escenario de refriegas entre bandoleros y migueletes. Los elementos de la indumentaria de las personas participantes en la teatralización, los atrezos y hasta el más mínimo detalle de los enseres empleados en la recreación siguen fielmente los usos de la época, e incluso la música y el baile que se interpretarán en directo serán cantes flamencos y del folclore de aquel tiempo histórico.
Este rigor histórico y el logro de que la intensidad de las actividades no decaiga durante los tres días de duración del evento se consigue gracias a la implicación y el entusiasmo de buena parte de los habitantes de El Burgo, ya que son más de 350 personas las que vienen trabajando desde principios de julio en los ensayos y reuniones para la planificación minuciosa del evento, así como las diferentes asociaciones del municipio que colaboran con la instalación de diversos puestos recreados.
El Burgo rompe los roles tradicionales para centrar su recreación bandolera en una protagonista femenina, Agustina, una mujer audaz, que compartía su relevante papel social de partera con el de dar a luz las aspiraciones de libertad y justicia de los campesinos y moradores más humildes de El Burgo de mediados del siglo XIX.
Las asociaciones que colaboran en el desarrollo de Pasión Bandolera son: Cáritas, AMPA, Peña Flamenca, Asociación de Bandas, Cornetas y Tambores de Ntra. Sra. De la Encarnación, Asociación de Mayores, Asociación de Cazadores, Protectora de Animales y Asociación de Mujeres ANEA, además de la ya mencionada Asociación Agustina Bandolera.
El espíritu de leyenda de los bandoleros, los ‘robin hoods’ andaluces, como personajes garantes de la justicia social al asaltar y robar a los ricos para repartir el botín entre los más necesitados, sigue vivo con esta actividad en la que las ONG y asociaciones de El Burgo instalan puestos para que los visitantes puedan degustar platos típicos de la gastronomía de la época elaborados en directo, y de la zona, como los famosos “roscos tontos”, así como vinos de la tierra y adquirir productos de artesanía singular, entre otros atractivos, y cuya recaudación tendrá un fin solidario.