El Consejo de Gobierno ha instado a la Consejería de Industria, Energía y Minas a proponer un incremento de los objetivos en materia de energías renovables recogidos en la Estrategia Energética de Andalucía 2030, aprobada en junio de 2022, ante el potencial de recursos renovables de la comunidad, el éxito de los instrumentos puestos en marcha y la gestión realizada por la Junta de Andalucía, así como el avance mostrado en la implantación de capacidad verde instalada en los dos últimos años.
Andalucía se marcará así el objetivo de alcanzar en 2030 el 48,5% de aportación de energías renovables al consumo de energía final de Andalucía frente al 42% establecido como objetivo actual, y frente al 48% nacional. Asimismo, el Gobierno andaluz establecerá llegar al 82% de aportación de energías renovables en la generación de electricidad en Andalucía, superando el 75% del objetivo actual, y 81% de objetivo nacional. Y también se fijará como meta reducir aún más las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) asociadas al consumo de energía en Andalucía, estableciendo una reducción del 55% frente al 50% actual.
Los objetivos planteados por la Junta de Andalucía presentan una ambición mayor que los marcados por el Gobierno de España en su revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que se sustenta en los resultados que se vienen consiguiendo en la implantación de las energías renovables en Andalucía, donde se instalaron 2.700 megavatios (MW) de nueva potencia eléctrica verde en 2024.
Este balance arroja la mayor potencia instalada en un solo año en la comunidad y contrasta con los 1.605 MW que se instalaron en 2023, que ya fue año récord. Así, la evolución de la potencia de generación eléctrica renovable instalada en Andalucía ha experimentado un incremento del 137% en los últimos seis años, al pasar de los 6.100 megavatios de 2018 a los 14.500 megavatios de 2024.
Del mismo modo, el despliegue de medidas de agilización y simplificación administrativa, unido al esfuerzo e impulso de las consejerías implicadas en la tramitación de proyectos renovables y a instrumentos como la Unidad Aceleradora de Proyectos, han permitido que la aportación de energías renovables a la generación de electricidad alcance ya el 67% en 2024.
Igualmente, la revisión al alza de los objetivos energéticos se basa en una amplia política transversal, que abarca desde la generación con fuentes limpias a la contención de la demanda gracias al fomento del ahorro de energía, medidas de eficiencia energética y la electrificación de la demanda a la movilidad sostenible. Para ello, se han diseñado y puesto en marcha planes para los sectores industriales, entre ellos el minero, que apuestan por la mejora energética, y también nuevos instrumentos como la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde, los incentivos integrados de energía y competitividad industrial o la futura Ley de Espacios Productivos para el fomento de la Industria en Andalucía. En el ámbito público destacan iniciativas como el Plan de Ahorro Energético de la Administración de la Junta de Andalucía.
Los nuevos objetivos tienen presente, además, la puesta en marcha de herramientas de colaboración público-privada en prometedores ámbitos de oportunidad energéticos e industriales como son el hidrógeno renovable o el biogás a través de la Alianza Andaluza del Hidrógeno Verde y, más recientemente, de la Alianza Andaluza del Biogás. Y van en consonancia con el aumento de la ambición climática de la Unión Europea tras la guerra en Ucrania, que ha originado que se hayan puesto en marcha diversos instrumentos a nivel europeo y nacional en respuesta al nuevo contexto energético. En este marco, el 24 de septiembre de 2024 el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto que actualiza el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de 2023 revisando sus objetivos para el horizonte 2030.
Los nuevos objetivos serán aprobados por la Comisión de Seguimiento y Evaluación de la Estrategia Energética de Andalucía, como órgano encargado de la toma de decisiones en el diseño e implementación de ésta, a partir de las propuestas realizadas por la Oficina Técnica de Seguimiento y Evaluación, asignada a la Consejería de Industria, Energía y Minas a través de la Agencia Andaluza de la Energía.
La Estrategia Energética de Andalucía 2030 se aprobó en junio de 2022 con el objetivo de establecer las orientaciones para desarrollar la política sectorial de ahorro y eficiencia energética, fomento de las energías renovables y desarrollo de las infraestructuras energéticas, con la finalidad de garantizar el acceso a una energía asequible, segura y sostenible. Entre sus prioridades se encuentra la reducción de la dependencia de los derivados del petróleo y el mayor uso de las renovables, junto con el descenso de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al consumo de energía.
Andalucía aspira a desempeñar un papel crucial en el reto europeo de la transición energética, en el que las energías renovables ocupan un papel protagonista. La transición gradual hacia una economía descarbonizada y un nuevo escenario energético constituye uno de los principales retos a los que se enfrenta nuestra sociedad, pero, al mismo tiempo, una oportunidad para la innovación tecnológica y la reindustrialización de nuestra estructura productiva, la generación de empleo y el crecimiento económico.