Ajustar la oferta a las necesidades de cualificación de las empresas andaluzas y orientar y trasladar toda la información al alumnado y a las familias sobre la demanda formativa para que los jóvenes no se queden fuera del sistema y tengan mayores oportunidades para acceder al mercado laboral son algunos de los objetivos de la nueva Formación Profesional que ha defendido la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, María del Carmen Castillo, en el desayuno informativo organizado por Europa Press en Sevilla, que en esta ocasión ha girado sobre 'Andalucía apuesta por la FP Dual'. La consejera ha estado acompañada por el jefe de gestión del talento de Atlantic Copper, Sebastián Prieto; el presidente del Cluster andaluz de hidrógeno y CEO de Clantech, Paco Montalbán, y el director de RRHH Parques Energéticos de MOEVE, José Alfonso Martínez.
En su intervención, la consejera ha señalado que la FP está jugando "un papel clave" en el desarrollo de la empleabilidad de los jóvenes andaluces gracias al trabajo que se está realizando entre la administración y las empresas para que la sociedad se convenza de que estas enseñanzas ofrecen un grado de cualificación y especialización profesional "ideal para la inserción laboral, en muchos casos inmediata, y en otros a corto plazo".
En este sentido, Castillo ha ofrecido los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) sobre formación y empleo en Andalucía donde la Tasa Ninis (jóvenes que no estudian ni trabajan) se encuentra este año 2025 en su "mínimo histórico en Andalucía", un 14,5%, casi seis puntos menos que en 2018. Respecto a los datos de empleabilidad del alumnado que estudia Formación Profesional, el 46,13% de los titulados en estas enseñanzas logran un empleo al año de finalizar sus estudios, y este porcentaje se eleva en ciclos de algunas familias profesionales como Mecánica o Electrónica, donde alcanza el 52,56% de empleabilidad.
En la nueva estrategia que está llevando a cabo la Consejería, Castillo ha explicado que los ciclos formativos que se ponen en funcionamiento deben relacionarse directamente con la existencia de empresas y sectores en ese mismo entorno, "para no encontrarnos con ciclos con pocos alumnos y escasa perspectiva laboral, como estaba ocurriendo en los últimos años". En ese caso, ha indicado que se necesita transformar en ciclos que respondan a las expectativas de las empresas y de los propios alumnos y alumnas.
Igualmente, María del Carmen Castillo ha afirmado que Andalucía está en un momento decisivo para fijar las bases del modelo de la FP del futuro y para que se convierta en la herramienta principal del desarrollo de la comunidad. Para ello, ha recalcado que la administración y las empresas "nos necesitamos mutuamente" porque, por un lado, el sistema productivo tiene la tecnología punta, y por otro, porque desde el sistema educativo se facilita a las empresas estudiantes cualificados y con talento que acaban convirtiéndose 'en una cantera de trabajadores formados en el centro de trabajo a su medida'.
Orientación, clave para el futuro
Asimismo, la consejera ha subrayado la importancia de que la sociedad y los agentes educativos, económicos y sociales hagan una labor de orientación académica y profesional para que los jóvenes tengan en cuenta a la hora de elegir un ciclo formativo la salida profesional que tiene. Así, Castillo ha explicado que la oferta ha crecido de forma exponencial, casi un 47% en los últimos cinco años, y se ha orientado hacia los ciclos de alta empleabilidad y que atienda mejor las necesidades del mercado.
Para dar respuesta a este crecimiento y transformación de estas enseñanzas, la Junta ha reforzado la plantilla docente de FP con casi 3.000 docentes más. Este curso, la Consejería ha ofertado un total de 167.907 plazas de nuevo ingreso de FP sostenidas con fondos públicos, 47.000 más; se ha ampliado la oferta hasta alcanzar los 3.747 ciclos y cursos de especialización, y los jóvenes andaluces pueden estudiar hasta 197 titulaciones diferentes.
De esta forma, la consejera ha informado de que el 82,8% de los alumnos andaluces que lo solicitan logra plaza en la FP pública, frente al 65% que se registraba en 2018. Además, este curso hay casi 64.000 alumnos realizando formación en las empresas, de ellos, 46.222 están en la modalidad dual, entre los del nuevo plan puesto en marcha este curso en primero por la implantación de la nueva Ley de FP, y los de segundo del modelo anterior. El resto corresponden a alumnado en Formación Centros de Trabajo. El número total de empresas únicas que en este curso han firmado convenios con centros sostenidos con fondos públicos es de 24.105 empresas y un total de 47.461 convenios.
El crecimiento de estas enseñanzas, ha destacado la consejera, va vinculada también al "salto de calidad" de la FP, un objetivo prioritario del Gobierno andaluz con una apuesta por la internacionalización, la mejora de los equipamientos con una inversión total que supera los 64 millones de euros, la formación docente y el incremento de los Centros Integrados, con referentes vinculados a sectores productivos punteros como el aeroespacial o el tecnológico.
Otra de las prioridades de este curso ha sido poner el foco de atención en las personas con necesidades educativas especiales (NEE) y otros colectivos en riesgo de exclusión social, con el objetivo de dotarles de competencias básicas, profesionales y para la empleabilidad que permitan su participación en la vida social y laboral. Entre las novedades del nuevo Decreto de FP que prepara la Junta, está la creación de la Red Andaluza de Centros de Excelencia de FP, como elemento de generación de calidad del sistema a través de la innovación, investigación y emprendimiento, y el modelo de Centros Especializados de FP, con un procedimiento más sencillo y ágil para ponerlos en marcha junto a los centros integrados. La especialización de estos centros se hará bien por familias profesionales o por sectores productivos.
Sector industrial e hidrógeno verde
Por otro lado, la Consejería quiere dar respuesta a las demandas formativas relacionadas con el sector industrial o el hidrógeno verde. Para ello, la Consejería se va a apoyar en la Red de Ciudades Industriales de Andalucía y en colaboración con la de Industria, Energía y Minas no solo para determinar provincia a provincia cuáles son las necesidades de cualificación del sector industrial andaluz de cara a la oferta educativa, sino para establecer un nexo directo entre las empresas, los centros educativos y el alumnado.
Respecto al hidrógeno verde, a partir de las demandas que se están recogiendo del sector vinculado al Valle del Hidrógeno Verde, se va a impulsar la introducción de módulos profesionales optativos en ciclos que permitan especializar a los estudiantes en alguna de las muchas vertientes de esta industria, desde la producción, el transporte o la generación de energía.
Andalucía también es una de las pocas comunidades autónomas que está apostando por invertir fondos europeos en impulsar proyectos específicos.
